dilluns, 25 de juny del 2012

PACES


No hay un lugar mejor para hacer las paces, que en la bodega del Rafel.
El martes me enfadé con mi madre, peleas típicas entre madre e hija. Dos días después, la tensión sigue presente, vamos al aquagym, al médico de Fremap (mútua de autónomos), pero pese a ir conversando sigue ese punto de enfado en el que nadie cede.


Finalmente con una birrita, ya relajadas, lo hablamos y todo quedó en caldo de borrajas.
Le expliqué la razón de mis nervios, era la cabrona de la nicotina, el martes acabé llorando y en cuanto la nicotina corrió por mis venas, me calmé y todo pasó. Desde ese momento, no he vuelto a fumar, parece que la terapia que os explique en Telefónica o cigarrito sigue haciendo efecto, esperemos que esta vez sea la buena, ya os contaré.


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