Fuí a cenar con los de Photsagrera a casa de Juanra, mi sorpresa fué mayúscula al encontrarme varios muebles repletos de juguetes, cámaras, muñecos, coches, monedas, soldaditos, pin y pons... me volví loca mírándolos y haciéndoles fotos, aunque me controlé, para seguir siendo sociable, disfrutar de la gran cena que nos tenían preparadas Juanra y su mujer, y echarme unas risas con los locos de Photosagrera.
De los objetos fotografiados, me quedo con dos:
La barbie, muñeca que yo no tenía porque se empeñaban en regalarme barriguitas, así que jugaba con las de mis amigas, puede que al entrar a la adolescencia me regalaran una, pero no acabo de recordarlo.
En su época me moría de la rabia, ahora me alegro muchísimo.
Puedo decir, ¡¡¡No tuve una barbie!!!
Las barriguitas van más conmigo, no son tan perfectas, tienen su barriguita, no son tontas, ni estupidas, y ni mucho menos esperan a su Ken con uno de sus vestiditos en su camita...sino que son unas cracks, unas niñas y unos bebés.
Mi barriguita preferida, la barriguita negrita, la única que conseguí salvar de todas las embestidas de mi madre de regalos a niños o a la parroquia.
El segundo, es el soldadito con la bandera española, pero da tanto tema que lo dejaremos para otro día...
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