Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.
El sábado 24 de marzo llego a mi destino, a mi objetivo, llego a la calle mas maravillosa de Barcelona.
Consigo equilibrarme, y "chino, chano", pasito a pasito vislumbro la gran calle, no por tamaño, sino por sus grandes comercios.
Con su drogería-papelería en la esquina, después la gran tienda de los cafés y los tes, donde compro mis tes picantones y hoy pruebo con uno afrodisiaco.
Y la gran panadería... donde compro las mejores galletas del mundo.
Y las galletas perfectas para los tes.
Si seguimos por la tienda podemos disfrutar, de la herbolistería donde venden unos ungüentos estupendos y las infusiones rompe piedras de riñón (increible pero cierto, probado por el incrédulo de mi padre).
En frente, la tienda de cómics, ahí, si pides consejo a sus dependientes cracks, ¡acierto seguro!
O la quesería en la que nunca he comprado y siempre me quedo con ganas.
En resumen, llegué a mi meta y disfruté como una enana.
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